La lactancia materna según la Organización Mundial de la Salud (OMS) es la forma ideal de aportar a los niños pequeños los nutrientes que necesitan para un crecimiento y desarrollo saludables. Prácticamente todas las mujeres pueden amamantar, siempre que dispongan de buena información y del apoyo de su familia y del sistema de atención de salud.
¿Qué contiene la leche materna?
La leche materna es producida por nuestro cuerpo bajo la influencia de dos hormonas: la prolactina y la oxitocina. La producción depende del estímulo que realiza el bebe al succionar, es decir, cada vez que las glándulas mamarias se vacían, estas generan más leche, y por lo tanto, a mayor succión mayor producción de leche.
La leche va cambiando a medida que el bebé se ca desarrollando. Podemos distinguir:
- Leche de pretérmino: contiene mayor cantidad de proteína
- Calostro: se produce durante los 3-4 primeros días tras el parto, amarillento y espeso. Este y la leche que lo sucede, actúan como moderador del desarrollo del recién nacido.
- Leche de transición: entre el 4º y 15º día post parto en el que hay un aumento brusco de la producción de leche.
- Leche madura: contiene mayor cantidad de lactosa.
Se recomienda que la lactancia materna debería ser exclusiva durante los primeros 6 meses tras el parto (a no ser que por indicaciones médicas no se pueda) ya que proporciona varios beneficios tanto al niño como a la madre pero la OMS recomienda que la lactancia materna se continue hasta los 2 años ya que este periodo es vital para el desarrollo, el crecimiento y la salud del niño combinandola con la alimentación que hay que ir metiendo a medida que va creciendo el bebé.
¿Qué beneficios tiene la leche materna?
El calostro:
- Alto contenido en proteínas.
- Satisface las necesidades del recién nacido.
- Proporciona gran cantidad de defensas inmunológicas
- Estimula el desarrollo de su propio sistema inmunológico.
- Ayuda a los problemas de ictericia.
- Facil de digerir.
La leche materna:
- Proporciona los nutrientes necesarios en la proporción y temperatura adecuados.
- Se digiere y asimila con gran facilidad.
- Proporciona anticuerpos de la madre y alarga el periodo de inmunidad natural.
- Reduce la predisposición a enfermedades respiratorias.
- Previene las alergias.
- Disminuye el riesgo de obesidad.
- Los cambios de sabor, según la alimentación de la madre, preparan al niño para aceptar mayor variedad de alimentos.
- Favorece el correcto desarrollo de la mandíbula.
- Crea un fuerte vínculo ente madre e hijo.
Cualquier duda que tengais estaremos encantadas de aclararla y no olvideis que ante cualquier problema o duda vuestra/o enfermera/o estará dispuesta/o a resolverla porque ser madre es un gran trabajo.
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